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El Viento Del Amor
Guido Pagliarino


Segunda edición de lujo, con imágenes internas en color, del mismo ensayo publicado en primera edición con Tektime en a precio económico. El carácter de la obra es histórico. Asuntos comunes entre Antiguo y Nuevo testamento y la dirección de la historia por parte de Dios: de acuerdo con la impresión de los escritores veterotestamentarios, la Palabra se revela progresivamente a lo largo de los siglos mediante hechos históricos que inducen a la reflexión teológica. Segunda edición de lujo, con imágenes internas en color, del mismo ensayo publicado en primera edición con Tektime en a precio económico. El carácter de la obra es histórico. El autor considera que la nota común entre el Antiguo y Nuevo testamento es la dirección de la historia por parte de Dios y que, de acuerdo con la impresión de los escritores veterotestamentarios, la Palabra se revela progresivamente a lo largo de los siglos mediante hechos históricos, que inducen a la reflexión teológica. El ensayo trata del Dios-Amor al servicio de los hombres ya presente en el Antiguo Testamento, aunque no tan claramente como en el Nuevo. Después de exponer una premisa sobre la influencia de la historia sobre la Biblia, el autor retrocede, con respecto a la época de Jesús, hasta el 1200-1000 a.C., siglos en los que surge en Palestina la primera tradición oral que se reflejará en la Biblia. Atravesando los siguientes doscientos años, los de los primeros reyes, llega a los siglos VIII – VI a.C., en los cuales se escriben los primeros textos proféticos, en ciertas partes ya anunciadores de Dios amoroso, y también de un esbozo del Deuteronomio, perdido anteriormente y recobrado en el templo en el 622 a.C. bajo Josías: en el Deuteronomio, Yahvé es el Dios de la Ley, defensor ante todo del pueblo llano y en particular de los pobres, a diferencia de ese formalista-legalista, deseoso sobre todo de culto, del Levítico. El autor habla luego de la deportación a Babilonia del pueblo de Israel y la época de la liberación y la repatriación y de la posterior reconstrucción del segundo templo. Trata luego ese largo periodo, llamado el judaísmo en sentido estricto, que empieza en el siglo VI a.C., que sobrepasaría en unos cuarenta años la época de Jesús, periodo en cual se pone por escrito la mayor parte de la Escritura Antigua que nos ha llegado: esta es una época esencial por la formación de la conciencia político-religiosa judía y por el abandono definitivo del politeísmo. El autor habla luego de las tradiciones que los estudiosos consideran fuentes tanto del Pentateuco como de los siguientes seis libros históricos bíblicos, aunque no estén exentos de idealizaciones, de acuerdo con el modo apologético antiguo de escribir la historia. Luego vuelve atrás en el tiempo para ocuparse de nuevo de los años cercanos a Jesús de Nazaret, tratando el politeísmo entre los hebreos, el primer monoteísmo (no judío, sino ideado, por razones meramente políticas, por el faraón Akenatón), de la mejor comprensión del amor de Dios por parte de Israel, del nacimiento de la esperanza en un mesías profeta, sacerdote y rey y del resurgir de la idea de la vida eterna. La búsqueda teológica del pueblo hebreo, que según los fieles es una búsqueda de inspiración divina, descubre al avanzar en el tiempo un Dios distinto de los paganos adorados antes por los hebreos junto a un Yahvé que mostraba a su vez la inquietante característica de querer ser temido y servido bajo pena de graves castigos. Finalmente, o paralelamente si consideramos las profecías de Oseas y algunos otros profetas, la búsqueda religiosa llega al conocimiento de un Yahvé esencialmente amoroso, de ese Dios que será revelado plenamente por Jesús como el Amor puro.





Guido Pagliarino

El viento del Amor




Copyright © 2020 Guido Pagliarino – Todos los derechos reservados


Libro publicado por Tektime


Tektime S.r.l.s. – Via Armando Fioretti, 17 – 05030 Montefranco (TR) – Italia



Guido Pagliarino


El viento del Amor


Una aproximaciГіn histГіrica a la RevelaciГіn progresiva del Dios-Amor en el Primer Testamento


Ensayo


Segunda ediciГіn


(con imГЎgenes internas en color)


TraducciГіn del italiano al espaГ±ol de Mariano Bas


DistribuciГіn Tektime


Copyright В© 2020 Guido Pagliarino


Primera edición en español: Guido Pagliarino, El Viento del Amor – Una aproximación histórica a la Revelación progresiva del Dios-Amor en el Primer Testamento – Ensayo, 2019. Traducción del italiano al español de Mariano Bas, Tektime Editore


Ediciones de la obra en italiano («Il Vento dell’Amore»):


1ВЄ ediciГіn, solo en e-book, Smashwords Edition, copyright В© 2015 Guido Pagliarino


2ВЄ ediciГіn en e-book y 1ВЄ ediciГіn en papel (con imГЎgenes internas a color), distribuidora Editrice Tektime, copyright В© 2018 Guido Pagliarino


3ВЄ ediciГіn en e-book y 2ВЄ ediciГіn en papel, de bolsillo, sin imГЎgenes internas, distribuidora Editrice Tektime, copyright В© 2018 Guido Pagliarino


La cubierta fue creada electrГіnicamente por el autor: la imagen insertada es la pintura В«El vientoВ» de Vincent Van Gogh





Una hoja del CГіdice SinaГ­tico (Codex Sinaiticus) conservado en el Monasterio de Santa Catalina del Monte SinaГ­. De este cГіdice, 347 hojas se encuentran archivadas en la Biblioteca BritГЎnica de Londres, 43 en la Biblioteca de la Universidad de Leipzig, 12 hojas y 15 fragmentos en el Monasterio de Santa Catalina del Monte SinaГ­ y fragmentos de tres pГЎginas diversas se guardan en la Biblioteca Nacional Rusa de San Petersburgo. El manuscrito estГЎ en griego (en la versiГіn procedente del hebreo de los Setenta o Setenta y dos en lo que respecta al Antiguo Testamento). El cГіdice se puede datar entre el 330 y el 350 d.C. y contenГ­a originalmente todo el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y escritos cristianos no canГіnicos pero muy importantes del siglo II, El pastor de Hermas, la EpГ­stola de BernabГ© y textos de los Padres ApostГіlicos. Parte de las hojas de este cГіdice no se han recuperado.







Hoja del CГіdice Vaticano (Codex Vaticanus)con el texto de Esdras 2, 1-8. El Codex Vaticanus es el documento mГЎs antiguo encontrado hasta ahora de la Biblia completa, con el Antiguo y el Nuevo Testamento. Fue copiado, a partir de textos precedentes, en la primera parte del siglo IV. EstГЎ escrito en griego en su totalidad. Se conserva en la Biblioteca Vaticana.







El rostro terrible, en absoluto amoroso, de Dios, segГєn Miguel ГЃngel (Juicio Universal, detalle, Capilla Sixtina, Museos Vaticanos)






PRГ“LOGO


Esta obra trata del Dios-Amor al servicio de los hombres, ya presente en el Antiguo Testamento, antes de la RevelaciГіn neotestamentaria. La cisura es histГіrica y considera que lo que tienen en comГєn el Antiguo y el Nuevo Testamento es el gobierno de la historia por parte de Dios y que la Palabra, segГєn la impresiГіn de los escritores veterotestamentarios, se revela progresivamente a lo largo de los siglos a travГ©s de hechos histГіricos, los cuales inducen a la reflexiГіn teolГіgica. Se considera que, como es conocido entre los historiadores y ha expresado por otro lado el Concilio Vaticano II en su constituciГіn Dei Verbum, el testamento sГ­ se В«inspira, y quienes lo crearon fueron inspirados en la medida en que contribuyeron a su constituciГіnВ» y que no solo el Nuevo Testamento, sino tambiГ©n el Antiguo В«es palabra de Dios y conserva un valor perenneВ», pero debe tenerse en cuenta que los escritos del Antiguo Testamento В«contienen tambiГ©n cosas imperfectas y temporalesВ» y que В«asumidas integralmente en la predicaciГіn evangГ©lica, adquieren y manifiestan su significado completo en el Nuevo Testamento y, a su vez, lo iluminan y explicanВ» (В«ConstituciГіn dogmГЎtica Dei Verbum sobre la RevelaciГіn divinaВ», nn. 14, 15, 16). Con esto, confГ­o en que los lectores que solo ocasionalmente frecuentan la Biblia, al considerar ciertos pasajes veterotestamentarios donde Dios-YahvГ© ordena o realiza actos sanguinarios, evitarГЎn tomarlos al pie de la letra escandalizГЎndose, mientras que, por el contrario, espero, gracias a las citas de la Dei Verbum, que no sea yo, cuando presento secciones meramente humanas y transeГєntes de la Biblia, el que suscite escГЎndalo en algГєn creyente fundamentalista que lea la Biblia al pie de la letra: solo la resurrecciГіn de Cristo, so pena del fin del cristianismo, no debe interpretarse en sentido simbГіlico, como pensaba la Escuela MГ­tica del teГіlogo luterano Rudolf Bultmann y otros autores como Marxen y Dibelius, ya superada de hace mucho tiempo.

Esta escuela, al afirmar que el Nuevo testamento es mítico, no se basaba en la ciencia exegética, sino en el prejuicio racionalista de base liberal del cual provenía dicha Escuela Mítica (cf., entre otros muchos, el artículo de Giuseppe di Rosa S.J, también disponible en la web (https://books.google.it/books?id=Sgg5AQAAMAAJ&pg=PA566&lpg=PA566&dq=scuola%20mitica%20Bultmann&source=bl&ots=YRldT8stMY&sig=YGwD69AbHPpuSbVpIIup8KOMIHs&hl=it&sa=X&ei=9s9eVdqgG8bSU4eEgYgC&ved=0CDsQ6AEwBQ#v=onepage&q=scuola%20mitica%20Bultmann&f=false), en La Civiltà Cattolica, nº 125, Volumen II, Cuaderno 2971, 6 de abril de 1974, «Ricciardetto e la sua vana ricerca di Dio»). También yo he escrito sobre la escuela mítica en el ensayo de Guido Pagliarino Gesù, nato nel 6 �a.C.’ crocifisso nel 30 – Un approccio storico, Tektime Editore (traducido del italiano al español por Mariano Bas con el título “Jesús, nacido en el año 6 «antes de Cristo» y crucificado en el año 30”).

AГ±ado, siempre siguiendo la Dei Verbum (В«ConstituciГіn dogmГЎtica Dei Verbum sobre la RevelaciГіn divinaВ», n. 12), que В«para interpretar con exactitud el contenido de los textos sagrados, se debe atender al contenido y a la unidad de toda la EscrituraВ».

Después de exponer una premisa sobre la influencia de la historia sobre la Biblia, volveré atrás con respecto a la época de Jesús, hasta los años 1200-1000 a.C., siglos en los que surge en Palestina una primera tradición oral que se reflejará en la Biblia. Pasando por los doscientos años siguientes, los de los primeros reyes, llegaré a los siglos VIII – VI a.C., en los que se escribieron los primeros textos proféticos, en algunas partes ya anunciadores del Dios amoroso, y se redacta, apareciendo cuando menos en el texto bíblico posterior a Reyes II (2 Re 22, 3-20), un esbozo del Deuteronomio, perdido y reencontrado en el templo en año 622 a.C. bajo el rey Josías: en el Deuteronomio, Yahvé es el Dios de la Ley, defensor ante todo del pueblo llano y en particular de los pobres, a diferencia de ese Dios formalista-legalista, deseoso sobre todo de culto, del Levítico. Pasaré a la deportación a Babilonia del pueblo de Israel y la época de la liberación y la repatriación, bajo la autorización del rey persa Ciro II el Grande (590-529 a.C.), vencedor de Babilonia, y del segundo templo, erigido entre el 536 y el 515 a.C. sobre las ruinas del de Salomón, que había sido construido por orden suya en el siglo X antes de Cristo y fue destruido en el 586 a.C. por el ejército del rey babilonio Nabucodonosor y luego hablaré de ese largo periodo, llamado el judaísmo en sentido estricto, que empieza en el siglo VI a.C. y que sobrepasaría en unos cuarenta años la época de Jesús, periodo en cual se pone por escrito la mayor parte de la Escritura antigua que nos ha llegado: esta es una época esencial por la formación de la conciencia político-religiosa judía y por el abandono definitivo del politeísmo. Hablaré del valor de su escuela teológica, formada por sacerdotes y escribas que, habiendo conservado las tradiciones durante el exilio y habiéndolas transmitido a sus sucesores, del siglo VI al IV a.C. en parte las redactan ex novo y en parte las integran en los libros del Pentateuco (Génesis, Éxodo, Números, Levítico y Deuteronomio), en los que Yahvé es, ante todo, aunque no exclusivamente, el Dios de la Ley que estipula un pacto de alianza (testamento) jurídica con Israel: un Dios legislador y juez, en varias escenas castigador, de forma similar al Yahvé ya presentado por Amós, profeta del siglo VIII a.C. La teología sacerdotal tiene una perspectiva en general optimista, con sacerdotes y escribas creyendo ser los favoritos de Yahvé y que era posible, al menos para ellos, vivir como «justos», lo que significaba para ellos practicar el culto y estar sometidos a las prescripciones legales. Los profetas son por el contrario radicalmente pesimistas, convencidos de que el egoísmo de los seres humanos tiene unos cimientos muy profundos y que solo Dios puede librarlos del pecado, que afecta a todos: quien confía en Dios es bendecido por Él y quien confía en sí mismo (se dirigen, sobre todo, a los hombres del gobierno político-religioso, justos sedicentes) o confía en otros hombres (en primer lugar, en los que pertenecen a su propio entorno de poder) es maldecido por Él.

В«AsГ­ habla el SeГ±or: ВЎMaldito el hombre que confГ­a en el hombre y busca su apoyo en la carne, mientras su corazГіn se aparta del SeГ±or! Es como un matorral en la estepa que no ve llegar la felicidad; habita en la aridez del desierto, en una tierra salobre e inhГіspita. ВЎBendito el hombre que confГ­a en el SeГ±or y en Г©l tiene puesta su confianza! Es como un ГЎrbol plantado al borde de las aguas, que extiende sus raГ­ces hacia la corriente; no teme cuando llega el calor y su follaje se mantiene frondoso; no se inquieta en un aГ±o de sequГ­a y nunca deja de dar frutoВ» (Je 17, 5-8).[1 - La mayor parte de las traducciones bГ­blicas se basan en la traducciГіn de la Biblia que se ofrece en la web del Vaticano (http://www.vatican.va/archive/ESL0506/_INDEX.HTM (http://www.vatican.va/archive/ESL0506/_INDEX.HTM)). N.d.T.]

Las dos lГ­neas, por una parte la aristocrГЎtica de la justicia inflexible y la primacГ­a de las formas del culto y, por la otra, la profГ©tica del amor por los pobres y los extraГ±os y la piedad para con los pecadores, coexisten y llegarГЎn hasta JesГєs, el cual, al seguir esta segunda vГ­a y, segГєn los cristianos, concluirla, revelarГЎ que Dios no es solo Amor que perdona, sino que sirve al hombre y quiere divinizarlo asumiГ©ndole en SГ­ despuГ©s de la muerte y por eso se enfrentarГЎ a los dirigentes de Israel, en particular a los sacerdotes saduceos que no creГ­an en la vida eterna, jefes del pueblo defensor del YahvГ© justiciero de la Ley, no del Dios-Amor.

En las costumbres hebreas, los rollos que contienen los cinco textos bГЎsicos histГіrico-legislativos de Israel se llaman la TorГЎ (Torah), palabra que deriva del verbo jarГ h, enseГ±ar, que significa precisamente enseГ±anza, pero tambiГ©n se los llama los Rollos de la Ley o la Ley de MoisГ©s o sencillamente la Ley. La tradiciГіn hebrea indica los libros de la TorГЎ con la palabra inicial de cada uno. La palabra espaГ±ola Pentateuco deriva del griego y se refiere a los cinco (penta) contenedores (teuchos = contenedor) de esos rollos. Los tГ­tulos de estos libros se deben a los llamados Setenta, nГєmero convencional de los muchos estudiosos, en realidad un nГєmero impreciso, encargados por Ptolomeo Filadelfo, soberano de Egipto, de traducir la Biblia del hebreo al griego hacia la mitad del siglo III a.C., que habrГ­an completado el encargo en solo setenta y dos dГ­as.

SegГєn ciertos crГ­ticos, la traducciГіn tendrГ­a que datarse en el siglo II antes de Cristo. La dataciГіn en mitad del siglo III a.C. deriva de un apГіcrifo en alabanza de Israel escrito en un entorno judaico alejandrino, la Carta de Aristeas, obra en realidad de autor desconocido, que habla precisamente de esta traducciГіn: se atribuyГі errГіneamente a Aristeas, alto funcionario del rey Ptolomeo II Filadelfo entre los aГ±os 285 y 247 a.C. TambiГ©n el nГєmero 70 de los traductores y el nГєmero 72 de los dГ­as que tardГі en completarse provienen de este apГіcrifo (cf. La bibbia apocrifa, Editrice Massimo s.a.s., 1990, p. 171 y ss.).

Los Setenta titularon esos rollos considerando su contenido: GГ©nesis (los orГ­genes); Г‰xodo, la salida de Egipto de los hebreos; LevГ­tico, libro de la ley dictada por los sacerdotes de la tribu de LevГ­; NГєmeros, por las diversas enumeraciones contenidas en los primeros capГ­tulos; Deuteronomio, o segunda ley, siempre con palabras griegas. Para los escribas del templo de JerusalГ©n, y para los sacerdotes saduceos, este Pentateuco, esta TorГЎ, era la Гєnica Palabra de Dios. Los demГЎs libros del Antiguo Testamento, indicados en Israel bajo los nombres de Profetas y Escritos, eran reconocidos como inspirados, pero no todavГ­a por todos los hebreos en los tiempos de Jesucristo, solo en un entorno farisaico.

HablarГ© de los documentos o tradiciones que los estudiosos consideran fuentes tanto del Pentateuco como de los siguientes seis libros histГіricos bГ­blicos, aunque no estГ©n exentos de idealizaciones, de acuerdo con el modo apologГ©tico antiguo de escribir la historia.

Luego volverГ© atrГЎs en el tiempo y me remontarГ© de nuevo a los aГ±os de JesГєs, tratando el politeГ­smo entre los hebreos, el primer monoteГ­smo (no judГ­o, sino ideado por el faraГіn AkenatГіn, por razones meramente polГ­ticas), la mejor comprensiГіn del amor de Dios por parte de Israel, el nacimiento de la esperanza en un mesГ­as profeta, sacerdote y rey y el resurgir de la idea de la vida eterna. La bГєsqueda teolГіgica del pueblo hebreo, que segГєn los fieles es una bГєsqueda de inspiraciГіn divina, descubre al avanzar en el tiempo un Dios distinto de los dioses paganos adorados antes por los hebreos junto a un YahvГ© que mostraba a su vez la inquietante caracterГ­stica de pretender ser temido y servido bajo pena de graves castigos. En cierto momento, los redactores bГ­blicos empiezan a entenderlo como un Dios que sГ­ castiga, pero solo con el propГіsito amoroso de corregir: igual que los padres que, en el pasado, trataban violentamente a sus hijos creyendo que asГ­ los hacГ­an mejores. Finalmente, o paralelamente si consideramos las profecГ­as de Oseas y algunos otros profetas, la bГєsqueda religiosa llega al conocimiento de un YahvГ© esencialmente amoroso, de ese Dios que serГЎ revelado plenamente por JesГєs como el Amor puro y, aunque hasta entonces lo habГ­a sido imperfectamente, ya estaba bien presente en el curso de los Гєltimos dos siglos anteriores a Cristo, en los libros mГЎs recientes de la Primera Escritura, los llamados deuterocanГіnicos en la Iglesia latina y griega. Estos libros no forman parte de la fe de la religiГіn hebrea y tampoco de la de los cristianos de la reforma protestante, que los califican de apГіcrifos.

El lector encontrarГЎ partes no esenciales que he escrito grГЎficamente en cursiva: he tenido en cuenta al lector presuroso, que, si quiere, se las puede saltar. Para ayudar a las personas que acuden solo ocasionalmente a los Testamentos, he aГ±adido un apГ©ndice con las abreviaturas de los libros bГ­blicos.



В В В В Guido Pagliarino




PREMISA – SOBRE LA INFLUENCIA DE LA HISTORIA SOBRE LA BIBLIA


В«Dios es amorВ», afirma mГЎs allГЎ de cualquier duda el Nuevo testamento en la primera EpГ­stola de Juan (1 Jn, 4, 8b), una imagen muy distinta de la fisionomГ­a de un Dios enojado y terrible como el que podemos observar en el Juicio Final de Miguel ГЃngel. No se trata solo de un anuncio neotestamentario. Como veremos, las apariencias del Dios-Amor, presentadas de manera completa en JesГєs de Nazaret con la palabra y el ejemplo, ya se estaban trazando antes, a lo largo de la historia del antiguo Israel, reflejГЎndose, aunque todavГ­a no plenamente, en el Antiguo Testamento gracias en primer lugar a los profetas inspirados. No obstante, en esos libros los rasgos del Dios amoroso no parecen absolutos, de hecho, se refieren a la figura del YahvГ© de la Ley que encontramos en otros pasajes veterotestamentarios que, como veremos, se origina de la reflexiГіn teolГіgica, no de los profetas, sino de los sacerdotes y escribas del templo.

Al leerlos, hay que tener siempre presente que el argumento del gobierno de la historia por parte de la Providencia, dirigido a la SalvaciГіn de la humanidad, abarca toda la Biblia, Antiguo y Nuevo Testamento, y tambiГ©n que cada texto bГ­blico estГЎ influido por la situaciГіn histГіrica en la que se preparГі y escribiГі. Por ejemplo, la esclavitud de los judГ­os en Babilonia y su liberaciГіn por parte del rey Ciro II, que encontraremos en el prГіximo capГ­tulo y reaparecerГЎ a lo largo del ensayo, influye en los versГ­culos de la Biblia que hablan de la esclavitud en Egipto y del Г©xodo de los hebreos bajo la guГ­a de MoisГ©s, hechos histГіricos que se produjeron muchos siglos antes: para ciertos comentaristas extremistas, el contenido de esos textos serГ­a incluso solo mГ­tico-alegГіrico.

EscribeCarlo Buzzetti (en Carlo Buzzetti (con Carlo Ghidelli), Le tappe della lettura della Bibbia. Come leggere una pagina biblica, come leggere una parabola, un discorso, un miracolo, San Paolo, Cinisello Balsamo, 2003.): «Todo texto escrito surge en un contexto vital (o situación originaria) del que es expresión. Pero no siempre esa situación de los orígenes puede advertirla fácilmente quien lee dicho texto. A menudo resulta bastante fácil para los primeros destinatarios, para los primeros lectores, porque les resulta cercano, pero esa situación se va oscureciendo o haciendo más enigmática o más ardua de conocer por los lectores sucesivos, que, por el contrario, quedan bastante lejos. (…) Distingamos dos fases de dicho texto para hacer explícito el contexto implícito: primero, se trata de reconstruir la situación que refleja el texto; luego se tiende a una reconstrucción de la situación desde el punto de vista del autor del texto. Ambas fases requieren un cierto esfuerzo de investigación histórica que, evidentemente, no puede limitarse a solo una aproximación directa al texto: quien lee debe considerar también varias indicaciones procedentes de otras voces más o menos contemporáneas y en todo caso paralelas o convergentes con respecto a ese texto».

Es por esto que, al tratar nuestro tema de fondo, Dios-Amor en el Primer Testamento, debemos examinar, aunque sea a grandes lГ­neas, los acontecimientos histГіricos del pueblo de Israel y, cuando menos a grandes rasgos y donde sea posible, considerar la situaciГіn personal de los redactores bГ­blicos. Por ejemplo, veremos que a Esdras, impulsor principal aunque probablemente no sea el redactor del Pentateuco, le mueve y ayuda ser funcionario judГ­o en el reino de Persia y custodio de las antiguas tradiciones hebreas, superviviente de la deportaciГіn a Babilonia.

Empezaremos en la Г©poca de los judГ­os, hacia el final de la Edad del Bronce.





Pieter Paul Rubens, SansГіn y Dalila, Гіleo sobre tabla, ca. 1609, National Gallery de Londres.






CapГ­tulo I

DEL 1200 A.C. A LA Г‰POCA DEL SEGUNDO TEMPLO



Bibliografía principal de este capítulo: AA. VV. (a cargo de David y Pat Alexander), Guida alla Bibbia, Edizioni Paoline – Roma, 1980; AA. VV. (Joseph Schreiner y colaboradores), Introduzione letteraria e teologica all’Antico Testamento, Edizioni Paoline s.r.l., quinta edición 1990; AA. VV. (bajo la dirección de John A. Garraty y Peter Gay), Storia del mondo, Vol. I, Arnoldo Mondatori Editore, 1973; Abraham Cohen, Il Talmud, traducción de Alfredo Toaff, Gius. Laterza & Figli S.p.A., Roma-Bari, 2003; Giovanni Filoramo, «Giudaismo», en, de AA.VV., Manuale di storia delle religioni, Gius. Laterza & Figli, 1998; A cargo de P. Bonsirven (elección de los textos a traducir del original), Daniel-Rops (prólogo), Enrico Galbiati (presentación), La Bibbia apocrifa, Editrice Massimo s.a.s., 1990; Edmondo Lupieri, Capítulo Il«Giudaismo del secondo tempio e le origini del Cristianesimo», pp. 7-19, y «Radicalizzazione dell’osservanza e aperture ai non giudei (da Pompeo a Nerone)», pp. 20-68, en, de AA. VV. (a cargo de Giovanni Filoramo y Daniele Menozzi), Storia del Cristianesimo, Gius. Laterza & Figli, vol I, 1997; Alviero Niccacci, La casa della sapienza, voci e volti della sapienza biblica, Edizioni San Paolo s.r.l., 1994; Giovanni Odasso, «L’esilio come luogo di salvezza», in Leggere la storia come salvezza, número monográfico de Parola, Spirito e Vita – quaderni di lettura biblica, n. 1 enero-junio de 2003, Centro editoriale devoniano; Michel Morre, Dizionario Mondadori di Storia Universale, primer tomo, Arnoldo Mondatori Editore, 1973; Enzo Cortese, artículo «Per una teologia dello spirito nel tardo profetismo», Studium Biblicum Franciscanum, Jerusalem, Liber Annuus, ISSN 0081-8933 (1997) volumen 47 páginas 9-32, Edizioni Terra Santa. Se puede encontrar una extensa discusión en el siguiente volumen (todavía en el mercado): Enzo Cortese, «Il tempo della fine: Messianismo ed escatologia nel messaggio profetico», Edizioni Terra Santa https://www.edizioniterrasanta.it/shop/il-tempo-della-fine/ (https://www.edizioniterrasanta.it/shop/il-tempo-della-fine/)




Los ideales heroicos


La Edad del Bronce se cierra con dos series de invasiones. Una provino del nordeste, llevada a cabo por los Pueblos del mar, que es como llamaron los egipcios a los invasores, y en esta serie de ocupaciones, poco antes del 1200 a.C., la tribu de los Peleshei, llamados filisteos por los griegos y en la Biblia, se apoderaron de la tierra de Palestina, dГЎndole su nombre, mientras que el resto se dispersa en diversas zonas en torno al MediterrГЎneo realizando incursiones hasta Grecia y, tal vez, incendiando los palacios de Micenas y Pilos.

El declive de la civilizaciГіn micГ©nica se produce en torno al 1200 a.C. por razones poco claras. Tras el hallazgo en Pilos de tablas endurecidas por un incendio en el palacio real, se ha planteado la invasiГіn marГ­tima, porque en ellas se habla de preparaciones militares para defender la costa de un peligro inminente de invasiГіn y porque, en ese mismo periodo, la civilizaciГіn egipcia pasГі serias dificultades y la hitita desapareciГі por los llamados pueblos del mar, por lo que se puede suponer que esos mismos pueblos fueron los invasores. Una explicaciГіn mГЎs tradicional es sin embargo la de la invasiГіn por la poblaciГіn indoeuropea de los dorios. Por otro lado, otros estudiosos consideran que el declive de la civilizaciГіn micГ©nica fue causado por meros factores econГіmicos y demogrГЎficos, y tal vez climГЎticos, y los incendios no se deberГ­an necesariamente a los invasores.

La otra serie de invasiones viene del sudeste y son tribus seminГіmadas de lengua aramea que provienen de los confines del desierto de Arabia, que se infiltran primero y se apoderan luego por la fuerza de Siria, Mesopotamia septentrional, Asiria, Babilonia y Palestina, llamada CanaГЎn en la Biblia. En cuanto al pueblo al que se llamarГЎ israelita, estГЎ en esta zona en torno al 1200 a.C., unos cincuenta aГ±os despuГ©s de la Г©poca del Г©xodo hebraico de Egipto y convive, no sin problemas, con la poblaciГіn indГ­gena. No todo el pueblo hebreo proviene de otra tierra, ya sea o no la de los faraones: muchos agricultores, me refiero a la Г©poca histГіrica, dejando aparte las migraciones precedentes, tenГ­an orГ­genes locales (eran, por decirlo asГ­, cananeos) y con el tiempo se mezclan con los pastores nГіmadas invasores (digamos con los hebreos), formando el pueblo de Israel. Es a esta Г©poca, desde cerca de aГ±o 1000 a.C., a la que la Biblia llama de los Jueces, de la que se solo puede conocer la historia de fondo, siguiendo las informaciones relativas veterotestamentarias, transformadas de forma mГ­tica. Es Гєtil la comparaciГіn con otras sociedades del momento. En Palestina o otras zonas del Cercano Oriente, ademГЎs de en Grecia y en las costas e islas mediterrГЎneas de Asia Menor, se aprecian en primer lugar los ideales heroicos, en los que un simple insulto basta para desencadenar una terrible reacciГіn, como, en Grecia, en el primer canto de La IlГ­ada, donde el hГ©roe Aquiles, ultrajado por el rey AgamenГіn que le ha robado a su esclava Briseida, se retira de la guerra contra Troya despuГ©s de haber tenido el impulso de matarlo. O, como en Palestina, en la Biblia (1 Sam 25, 9-42), donde el rey David, ofendido por la actitud soberbia de su sГєbdito Nabal, quiere matar a todos los hombres de la familia, aunque se apiade ante las sГєplicas de Abigail, mujer del ofensor, pero poco despuГ©s un YahvГ© terrible se tomarГЎ la justicia por su mano matando al presuntuoso Nabal y entonces David tomarГЎ a la viuda entre sus mujeres. Es una sociedad en la que la posiciГіn de la persona depende de su estatura moral, su valentГ­a personal y su contribuciГіn a la sociedad, como por ejemplo en la figura bГ­blica del juez SansГіn. Es un ideal que se refleja entre los aГ±os 1100 y 750 a.C. en cuentos legendarios en prosa y en versos recitados oralmente y solo posteriormente reunidos por escrito, como los argumentos de los poemas griegos La IlГ­ada y La Odisea y, en tierra hebrea, las narraciones primitivas que se exponen principalmente en el GГ©nesis y en Samuel 1 y Reyes 2 hacia el siglo V a.C., con muchos aГ±adidos y variantes sacados de sagas y leyendas conocidas por los hebreos durante la esclavitud babilГіnica, que se extraen de la antigua mitologГ­a de Mesopotamia.

Dos ejemplos: el episodio del diluvio universal en el GГ©nesis se inspira en un mito del ciclo sumerio de Gilgamesh (cuyas tablas se conservaban en la biblioteca del rey Asurbanipal), en el que uno de los hГ©roes, Utnapishtim, sobrevive a un diluvio similar y, a diferencia de NoГ©, recibe la inmortalidad de los dioses. La torre de Babel se imagina similar a los zigurats, altos edificios destacados con los que los antiguos habitantes de Mesopotamia, supuestos antepasados del caldeo Abraham de Ur, proclamaban tocar, al menos simbГіlicamente, el cielo de los dioses.

Son por tanto historias que entran en el imaginario hebreo, mezclГЎndose con las autГіctonas judeo-cananeas que hablan de la prehistoria, desde la creaciГіn de hombre, y de la historia mГЎs antigua. En cuanto a estas, se trata de epopeyas como la del impГ­o rey SaГєl en el primer libro de Samuel, que simbolizarГЎ a los diversos malos soberanos de muchos herederos sucesivos de los justos, o mejor de los justificados por Dios, David y SalomГіn. Hay historias inventadas, como la de JosГ© vendido por sus hermanos, que acabarГЎn en el libro del GГ©nesis, mientras que otras tienen cierto trasfondo histГіrico y contienen fragmentos de los cГіdigos legales comunes a todo el antiguo Oriente Medio.

Hacia el aГ±o 1000 a.C., no solo en CanaГЎn-Palestina, sino tambiГ©n en otras zonas de Oriente Medio, en Grecia y a lo largo de las costas de Asia Menor, todos los grupos de invasores, y por tanto todas las ciudades fundadas por estos, muchas veces no mГЎs grandes que un par de campos de futbol modernos y con pocos centenares de habitantes, tenГ­an leyes propias. En varias zonas convivГ­an conquistadores y autГіctonos, aunque en ciertas ГЎreas, como en el Peloponeso en Grecia, toda la poblaciГіn de los vencidos (ilotas) era esclava de los vencedores (espartanos), mientras que CanaГЎn conoce por el contrario la esclavitud personal. Hay casos en los que una ciudad o un grupo todavГ­a seminГіmada conquistan las zonas vecinas, pero las pierden en poco tiempo. Una tierra, despuГ©s de ser unificada, normalmente, mГЎs pronto que tarde, se desmembraba de nuevo debido a jefes militares hostiles al soberano, como ocurre en el reino de SalomГіn, que, a la muerte de este monarca, se divide en los dos reinos de Israel y Judea o JudГЎ. Un reino se identifica sobre todo por la capital, en el caso de SamarГ­a para Israel y de JerusalГ©n para JudГЎ, mientras que las zonas no urbanas siguen siendo mГЎs o menos tribales y no se consideran sometidas al rey local. En Palestina esto vale para las tierras de pasto y los terrenos primitivos de agricultura, dejados en barbecho por mitades en aГ±os alternos, zonas que eran ocupadas periГіdicamente por tribus de pastores seminГіmadas que se consideraban independientes del rey y superiores a cualquiera, aparte de su jefe de clan y cuyos rebaГ±os daГ±aban los cultivos colindantes. Estos beduinos se enfrentaban a los agricultores sedentarios, que no querГ­an que se daГ±aran las tierras que cultivaban y los pastos que estaban dispuestos a cultivar: la leyenda del GГ©nesis de CaГ­n, que mata a su hermano Abel, pastor (Gen 4, 1-16), deriva de esa situaciГіn histГіrica, idealizada muchos aГ±os despuГ©s en sentido religioso, presentando a la vГ­ctima como devota de YahvГ© y a su asesino como un hombre que no tiene verdadero respeto por Dios, al que ofrece en sacrificio productos malos: los hebreos, aunque provenГ­an de ambas categorГ­as, se consideraban sobre todo descendientes de las antiguas tribus de pastores, simbolizadas por los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob, y por eso la figura de Abel es la positiva.

Socialmente no serГЎ asГ­ en tiempo de Cristo: los pastores estarГЎn considerados entre los seres humanos impuros, imposibilitados de redimirse debido a su profesiГіn. El evangelio de Lucas, en su defensa de los pobres y para acabar con esa idea preconcebida, los presentarГЎ como los primeros que acuden, por voluntad divina, a rendir homenaje al NiГ±o JesГєs (Lc 2, 8-20); el episodio podrГ­a incluso ser histГіrico, aunque tenga religiosa y socialmente en ese evangelio un valor simbГіlico.

Los patriarcas son figuras simbólicas de Israel que se refieren a los antiguos, anónimos pero concretos, jefes de las tribus seminómadas de Canaán que se establecían durante las estaciones con sus rebaños en tierras externas, fundadores, según la tradición, de los lugares sagrados de Palestina y que los hebreos, después de haber derrotado a los habitantes anteriores, habrían considerado como sus propios ilustres antepasados. El fenómeno de la mitificación de los antiguos es general en esos siglos, no solo en el pueblo judío: por ejemplo, Roma identificará en el mítico fundador rey Rómulo los jefes de los clanes de pastores, luego agricultores, establecidos en la zona, donde construyeron cabañas primitivas. Los patriarcas y sus familias son pastores, como, muchos años después, los miembros de las tribus protagonistas de la liberación de Egipto que se convierten idealmente, en el libro del Éxodo, en descendientes directos de Abraham, Isaac y Jacob, este último llamado en cierto momento por Dios, según el Génesis, con el nuevo nombre de Israel, lo que equivale a decir que se hacen símbolo de todo el pueblo judío: está claro el patriótico fin político-religioso del redactor que escribirá sobre estos acontecimientos ya en el siglo V a.C., después de volver del exilio babilónico. El tal vez legendario Jacob-Israel, si nos atenemos al capítulo 46 del Génesis, que es más o menos contemporáneo del Éxodo, y, siguiendo la cronología bíblica, había emigrado 470 años antes de la liberación de Egipto a las tierras del faraón con toda su familia, los rebaños y las tiendas para huir de la escasez. Pero es interesante señalar, en función de la posible historicidad del evento, que los textos egipcios de los primeros siglos del II milenio a.C. y otros del siglo XIII a.C. afirman que a los beduinos asiáticos provenientes de la tierra de Palestina y que trataban de escapar de la carestía de alimentos, se les había concedido, como un favor excepcional, entrar en Egipto con sus rebaños para que pudieran mantenerse con vida (cf. «L’antico vicino Oriente – Egitto», en Storia del mondo, Vol. I, Arnoldo Mondatori Editore, 1973).

En Palestina, durante otros dos siglos, los hebreos combatieron con sus vecinos, que intentaron invadirlos, y con tribus no hebreas establecidas en su mismo territorio. No se trata de una guerra real, sino mГЎs bien de incursiones ocasionales de pequeГ±os grupos y de guerrillas de defensa, y son episodios que aparecen en el libro de los Jueces, basado en las figuras de los jefes populares elegidos por Dios, de vez en cuando, para conducir a Israel a la batalla. En el primer libro de Samuel se volverГЎ a un caso similar centrado en la figura del legendario rey SaГєl y su hijo JonatГЎn, o como quiera que se llamasen en realidad los jefes de la tribu en esa Г©poca, derrotados y muertos combatiendo a los filisteos despuГ©s de haberlos vencido provisionalmente: primero el favor de Dios y la victoria sobre sus enemigos, luego el pecado y la derrota. Los filisteos, durante la Г©poca de los Jueces y de SaГєl, entre escaramuzas de distinto signo, dominan en el fondo Palestina, mientras no son derrotados definitivamente por las bandas de los В«hombres poderososВ» del pastor guerrillero y luego primer rey histГіrico de las tierras de JudГЎ e Israel, David.

Su hijo SalomГіn logra recabar de su pueblo, sobre todo de los pequeГ±os campesinos, lo que hace falta para construir en JerusalГ©n su propio palacio y el templo de YahvГ©, consiguiendo tambiГ©n mantener una corte rica y fortificar ciudades estratГ©gicas contra posibles invasiones. DespuГ©s de Г©l, como sabemos, el reino se divide: tribus hebreas de la zona septentrional se rebelan y fundan el reino independiente de Israel con capital en SamarГ­a. No mucho despuГ©s, se rebelan tambiГ©n algunas poblaciones sometidas al reino superviviente de JudГЎ y una parte de esta ГЎrea meridional acaba fraccionГЎndose en pequeГ±Г­simos estados tribales. La razГіn de ambas rebeliones podrГ­a ser de orden fiscal, dado que, a causa del lujo de la corte, el pueblo, y sobre todo los pequeГ±os campesinos, se sienten aplastados. La historia no sirve de enseГ±anza y la situaciГіn se repite con los sucesivos soberanos. Durante el reinado de OzГ­as de JudГЎ y de Jeroboam de Israel, el profeta AmГіs proclama que YahvГ© va a destruir a los opresores de los pobres y otro orГЎculo de Dios, Oseas, repite la advertencia. Comienza asГ­ a dibujarse la figura misericordiosa de YahvГ©, que se perfila en los escritos de los profetas IsaГ­as y Miqueas: Dios se manifiesta a los hebreos como quien, sobre todo, protege absolutamente a los pobres contra los abusos: estamos hacia el final del siglo VIII a.C.

En cuanto a IsaГ­as, son al menos tres autores los que escriben bajo este nombre. El primero es IsaГ­as persona fГ­sica, llamado Proto IsaГ­as: probablemente naciГі en JerusalГ©n y su vocaciГіn profГ©tica se manifiesta en torno al 740 a.C., aГ±os de la muerte del rey OzГ­as. Los otros escriben en Г©pocas posteriores y la tradiciГіn ha atribuido luego sus escritos a IsaГ­as. En conjunto, el libro atribuido a IsaГ­as se escribiГі entre el 740 a.C. y el 445 a.C.

Escribe Proto IsaГ­as (Is 1, 13-17),

В«No me sigГЎis trayendo vanas ofrendas;

el incienso es para mГ­ una abominaciГіn.

Luna nueva, sábado, convocación a la asamblea…

ВЎno puedo aguantar la falsedad y la fiesta!

Sus lunas nuevas y solemnidades

las detesto con toda mi alma;

se han vuelto para mГ­ una carga

que estoy cansado de soportar.

Cuando extiendГ©is vuestras manos,

yo cierro los ojos;

por mГЎs que multipliquГ©is las plegarias,

yo no escucho:

ВЎvuestras manos estГЎn llenas de sangre!

ВЎLavaos, purificaos,

apartad de mi vista la maldad de vuestras acciones!

ВЎCesad de hacer el mal,

aprended a hacer el bien!

ВЎBuscad el derecho,

socorred al oprimido,

haced justicia al huГ©rfano,

defended a la viuda!В»

Escribe el profeta AmГіs (Am 5, 21-24):

В«Yo aborrezco, desprecio sus fiestas,

y me repugnan sus asambleas.

Cuando me ofrecГ©is holocaustos,

no me complazco en vuestras ofrendas

ni miro vuestros sacrificios de terneros cebados.

Aleja de mГ­ el bullicio de tus cantos,

no quiero oГ­r el sonido de tus arpas.

Que el derecho corra como el agua,

y la justicia como un torrente inagotableВ»

En cuanto al profeta Miqueas, es testigo en Judea de importantes acontecimientos, sobre todo la guerra entre los reinos hebreos de JudГЎ e Israel. Condena con dureza a los sacerdotes y falsos profetas y ataca con vehemencia a los ricos propietarios de latifundios, que oprimen y explotan sin compasiГіn a los pobres, sobre todo a los braceros agrГ­colas y los pequeГ±os propietarios. Denuncia la corrupciГіn de las ciudades, sobre todo de JerusalГ©n, a la que hace sГ­mbolo de la corrupciГіn de los religiosos y polГ­ticos y los funcionarios pГєblicos mГЎs importantes. Como AmГіs en su misma Г©poca, Miqueas predica la justicia de YahvГ© y reclama en su nombre un comportamiento absolutamente honrado y no solo de justicia formal: Dios reclama que, siguiendo su ejemplo, se ejercite la piedad (Mi 6, 8).

Es interesante seГ±alar que Miqueas presenta una de la profecГ­a mГЎs claras, figura que el Nuevo Testamento identificarГЎ con Jesucristo (Mi 5, 1-14): afirma que nacerГЎ en BelГ©n, no serГЎ un ГЎngel, sino un ser humano, sus origen se remontan al pasado mГЎs lejano, se rodearГЎ de un cГ­rculo de hombres justos, cuidarГЎ de los mГЎs pobres y fundarГЎ un reino universal de justicia, paz y bienestar (Mi 4,1-5) del que serГЎ soberano el mismo Dios y el que las lanzas se transformarГЎn en hoces y las espadas en arados, porque no habrГЎ mГЎs guerras. Todo esto es simbГіlico. Esencialmente serГ­a un reino ultraterreno de Paz, es decir, la vida eterna en el Dios de los santos.






Profeta Miqueas, tГ©mpera sobre tabla, escuela vГ©neta, primer cuarto del siglo XVI.






Sobre la mentalidad henoteГ­sta y politeГ­sta entre los hebreos


Antes de la esclavitud babilГіnica, los hebreros fueron atraГ­dos por el politeГ­smo: al convivir estirpes y religiones diversas en el mismo territorio palestino, no es algo que deba sorprender. Muchos adoraban, junto a YahvГ©, a dioses de la tierra y, en general, de la fertilidad. Al principio, hay un Padre El, que llega en ciertos momentos a confundirse con YahvГ©, una Madre Asherah, equivalente a la babilonia Ishtar, a su vez equivalente a la fenicia AstartГ© y considerada por otros la esposa del propio YahvГ©, y sus hijos Anath y Baal, nombre este Гєltimo de mГєltiples significados como Marido, SeГ±or y AГ±o. Esta Гєltima divinidad es la mГЎs adorada y aplacada, mГЎs que YahvГ© por algunos. Los hebreos erigen sus estatuas y estelas y les ofrecen sacrificios, incluso en el patio de templo construido por SalomГіn. Se levantan otros monumentos de culto, delante de una puerta de JerusalГ©n dedica a JosuГ©, incluso a los peludos, divinidades inferiores de los campos, similares a los faunos de los bosques de los griegos. Varios soberanos son cГіmplices o algo peor. Es idГіlatra Jeroboam, primer rey de Israel tras la separaciГіn de JudГЎ de las tierras del norte: estГЎ escritos en CrГіnicas 2 que Jeroboam habГ­a instituido В«por su cuenta sacerdotes para los lugares altos, para los sГЎtiros y para los terneros que Г©l habГ­a fabricadoВ» (2 Cr 11, 15): en el original hebreo se decГ­a exactamente que se trataba de estatuas de peludos y terneros.

A lo largo del tiempo van acaeciendo desgracias sobre el pueblo hebreo y ahГ­ surge en el entorno profГ©tico la idea, que se reflejarГЎ en la Biblia, de que YahvГ© castigarГЎ a los idГіlatras entre sus sГєbditos: sГєbditos porque el Гєnico rey de Israel es Dios, mientras que David y los posteriores soberanos son sus delegados, sus virreyes. El profeta de turno levanta por tanto la voz para que se deje de adorar a divinidades extrajeras, pero siempre en vano, y los castigos divinos llegan de nuevo puntuales, muchas veces en forma de una derrota en la guerra. Adorar a los dioses de otros pueblos es una prГЎctica tan habitual en Israel que traerГЎ al final lo que se entenderГЎ como el enorme castigo de la deportaciГіn a tierras babilonias para que todo Israel acepte la idea de un Dios Гєnico.

Se forma en el siglo IX a.C. un movimiento, dirigido por los profetas ElГ­as y Eliseo, particularmente duro contra el politeГ­smo y que llega al homicidio de los sacerdotes y los profetas de las divinidades extranjeras. Este partido inspira una revoluciГіn con fines religiosos en el reino de Israel hacia el aГ±o 840 a.C., aunque el movimiento no consigue afirmarse y sigue siendo bastante minoritario. Por su parte, el rey Asa (en torno a 913-873 a.C.), nieto de SalomГіn, habГ­a combatido en vano contra la mentalidad politeГ­sta. Luego se produce una acontecimiento nuevo y crГ­tico, la dominaciГіn asiria.

En el siglo VIII antes de Cristo, Asiria, bajo Tiglatpileser III, rey desde el 744, pasa de ser reino a convertirse en imperio al conquistar muchos estados e instaurar sus gobernadores y la prГЎctica de deportar a parte de las poblaciones vencidas, sustituyГ©ndolas por otras: los asirios son enviados a norte, hacia Urartu, al sur han conquistado Babilonia, que fue suya en el pasado y al este han vencido a los medos, al norte se expanden hacia las zonas mediterrГЎneas y finalmente derrotan al reino de Israel y, poco despuГ©s, a Egipto.

En el 721 a.C., el rey asirio SargГіn II ha conquistado SamarГ­a, la capital de Israel. Deporta posteriormente В«a los israelitas a Asiria. Los estableciГі en Jalaj y sobre el Jabor, rГ­o de GozГЎn, y en las ciudades de MediaВ» (2 Re 17, 6). Traslada a otros pueblos a las tierras de SamarГ­a desde regiones distantes del imperio, que, al unirse con los remanentes no deportados, constituirГЎn los que se llamarГЎn samaritanos, mal vistos por los hebreos todavГ­a en el tiempo de JesГєs, porque se les consideraba bastardos: con ese tГ©rmino denominaban los hebreos a los supuestos descendientes de padre hebreo y madre no hebrea. La ciudadanГ­a judГ­a y el estatus de hebreo se transmitГ­an por parte de la madre y todavГ­a hoy en el estado de Israel es hebreo quien tiene madre hebrea. Las diez tribus del norte son por tanto absorbidas por otros pueblos, mientras que algunos componentes bajan al sur y se suman a JudГЎ.

La duodГ©cima tribu, descendiente del hijo de Jacob de nombre LevГ­, era la sacerdotal (a ella pertenecГ­an AarГіn y MoisГ©s) y, a diferencia de las otras once, no habГ­a tenido una asignaciГіn concreta de un territorio despuГ©s de la conquista de la Tierra Prometida.

En los tiempos de JesГєs, los levitas eran los ayudantes de los sacerdotes, formando todavГ­a parte de la clase restringida de los saduceos y supuestos herederos del antiguo sumo sacerdote Sadoc, de la Г©poca de David.

En todas las zonas sometidas por los asirios, y por tanto tambiГ©n en los territorios hebreos, se refuerza el culto del dios nacional, momento en el que, en concreto en el protectorado del reino de JudГЎ, se refuerza el culto exclusivo a YahvГ©, aunque todavГ­a se le considera solo el primero entre los dioses (henoteГ­smo), no el solo y Гєnico Dios. AdemГЎs, como ya YahvГ© se entiende por ese movimiento como la Divinidad a quien de modo particular agradan los pobres y los protege, aparece una reclamaciГіn de una reforma legislativa a su favor. Un jurista de JerusalГ©n, el escriba SabГЎn, propone un nuevo cГіdigo, que incluye tanto la prohibiciГіn de adorar a los otros dioses como mejoras a favor del pueblo indigente. Lo llama la Ley de YahvГ©. No hay seguridad de si lo presenta expresamente como el Documento de la alianza mosaica, aunque SabГЎn afirma que el rollo de esta Ley lo ha encontrado el gran sacerdote Elcias en el 621 a.C., en los laberintos subterrГЎneos de un santuario del templo de JerusalГ©n, lugar sagrado ya dedicado a YahvГ©, pero donde posteriormente se habГ­a erigido un altar pagano. De ese modo, el jurista presenta la Ley al rey JosГ­as, soberano que habГ­a ascendido al trono muy joven y que reina en un periodo (640-609 a.C.) en el que el nuevo imperio babilonio estГЎ a punto de sustituir al asirio. Es posible que SabГЎn hubiera puesto por escrito una tradiciГіn oral y luego, de acuerdo con Elcias, la haya presentado como un documento antiguo encontrado en el templo. En todo caso, el soberano acepta como autГ©ntico este libro, despuГ©s de haber sido convalidado por una profetisa: es un material que se integrarГЎ durante o despuГ©s del exilio en el libro del Deuteronomio, sobre todo en los capГ­tulos del 12 al 26 y en el 28: en ese libro, influido por el profetismo tras el exilio, resonarГЎ la antigua legislaciГіn de JudГЎ con la apelaciГіn moral bГЎsica de tutelar las relaciones de hermandad e igualdad entre los miembros de la sociedad.

En el extremo opuesto, en otro texto del Pentateuco que es expresión del elitista grupo sacerdotal, el Levítico (ver, en este ensayo, el Capítulo II – LAS TRADICIONES VETEROTESTAMENTARIAS BASICAS), estará en primer plano la exigencia de pureza, identificando la ética con la pureza ritual y legal y será el código levítico, más que la idea deuteronómica de justicia, el que seguirá siendo prioritario en Israel, todavía en tiempos de Cristo.

Debido a la recuperaciГіn, JosГ­as intenta una reforma monoteГ­sta, o mГЎs probablemente henoteГ­sta, eliminando de su reino a nigromantes y adivinos y derribando Г­dolos. Se trata de una gran reforma religiosa, cultural y polГ­tica que, sin embargo, no entra en el corazГіn de Israel: cuando el soberano es derrotado y muere en la guerra contra el rey Necao II de Siria, un hecho considerado como un mal augurio, el reino de JudГЎ vuelve al politeГ­smo, hecho que los profetas JeremГ­as y Ezequiel considerarГ­an como la causa de su ruina, aunque la esperanza no estarГЎ ausente en ellos y anunciarГЎn tiempos nuevos y mejores.

Así Jeremías, después de que Jerusalén caiga por obra del ejército babilonio, profetiza: «Llegarán los días –oráculo del Señor– en que estableceré una nueva Alianza con la casa de Israel y la casa de Judá. No será como la Alianza que establecí con sus padres el día en que los tomé de la mano para hacerlos salir del país de Egipto, mi Alianza que ellos rompieron, aunque yo era su dueño –oráculo del Señor–. Esta es la Alianza que estableceré con la casa de Israel, después de aquellos días –oráculo del Señor–: pondré mi Ley dentro de ellos, y la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios y ellos serán mi Pueblo. Y ya no tendrán que enseñarse mutuamente, diciéndose el uno al otro: “Conozcan al Señor”. Porque todos me conocerán, del más pequeño al más grande –oráculo del Señor–. Porque yo habré perdonado su iniquidad y no me acordaré más de su pecado» (Je 31, 31-34) y Ezequiel, durante el exilio en Babilonia, escribirá como portavoz de Dios: «Los rociaré con agua pura, y quedaréis purificados. Los purificaré de todas sus impurezas y de todos sus ídolos. Les daré un corazón nuevo y pondré en vosotros un espíritu nuevo: os arrancaré de vuestro cuerpo el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Infundiré mi espíritu en vosotros» (Ez 36, 25-27).

Mientras que estos profetas anunciaban la liberación política de los hebreos de la servidumbre en Babilonia, el cristianismo, teniendo otras intenciones humanas, verá en sus textos inspirados los anuncios del Cristo Salvador, portador de la alianza nueva y definitiva. En el Evangelio, Jesús se refiere a Jeremías después de haber bendecido el pan eucarístico: «Después de la cena hizo lo mismo con la copa, diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi Sangre, que se derrama por vosotros”» (Lc 22, 20).






Gebhard Fugel, Sobre las aguas de Babilonia, Museo Diocesano, Freising.






Las deportaciones a Babilonia


El reino de JudГЎ cae bajo el influjo de Babilonia y, a consecuencia del rechazo en el aГ±o 598 a.C. del rey Joaquim, hijo de JosГ­as, de permanecer bajo esta influencia, al aГ±o siguiente la capital JerusalГ©n es asediada por el rey Nabucodonosor: DespuГ©s de unos pocos meses, muerto Joaquim, tal vez asesinado por algunos de los suyos con la vana esperanza de que el soberano invasor levantara el asedio, su hijo JoaquГ­n (o JeconГ­as) se rinde (2 Re 24,12) y, como refiere el libro del poeta Ezequiel (Ez 17) es deportado a Babilonia en el aГ±o 597 (o 596) a.C. con la familia, los principales miembros de la aristocracia, los guerreros, los eunucos de la corte, ademГЎs de los herreros y los demГЎs artesanos cualificados. El segundo libro de los Reyes (2 Re 24, 14-16) precisa que los exiliados se ubican en diversas localidades, sobre todo en Tel Arsa, Tel Abib, Addam, Kerub, Kasifya e Immer, a lo largo de las orillas del rГ­o Kebar, en las cercanГ­as de la antigua ciudad, entonces semirruinosa, de Nippur.

Nippur fue erigida por los sumerios en el sur de Mesopotamia y habГ­a tenido su mГЎxima expansiГіn en el III milenio antes de Cristo, debido a la importancia del templo en honor del dios Enlil. QuedГі semiabandonada hacia el aГ±o 1000 a.C. y solo volviГі a tener de nuevo importancia siglos despuГ©s del exilio hebreo, en el siglo III a.C., bajo los partos.

Se trata de aquellos lugares de la Mesopotamia meridional en los que surgГ­a la ciudad de Ur de los caldeos, desde la cual, segГєn tradiciГіn y como se indicarГ­a por escrito en el siglo V a.C. en el libro del GГ©nesis, habГ­a empezado a actuar Abraham, el padre de la estirpe de los hebreos, debido a la llamada de Dios (Gen 17, 1-14).

Ezequiel (circa 628 – 570 a.C.), hijo de sacerdote y destinado en convertirse en uno, fue deportado en el curso de esta oleada, junto al rey Joaquín. Como el cargo sacerdotal solo se puede ejercitar a partir de los treinta años y él cumplirá esta edad estando ya en el exilio, al contrario que su padre, nunca llegará a ser sacerdote, pero se convierte en profeta. Trata de infundir en sus compañeros la fe en la redención de Israel, que se producirá históricamente unos sesenta años después, por decisión del rey Ciro II de Persia. El largo libro de Ezequiel tiene tres partes. En la primera se denuncian los pecados de Israel que llevan al castigo de Dios con la caída de Jerusalén (capítulos 1-24). La segunda comprende el anuncio de la desgracia en la que incurren las naciones idólatras (25-32). Por fin, en la última parte (33-48), Dios encarga a Ezequiel exhortar a los hebreos a la confesión de sus pecados y anunciar una nueva Jerusalén.  Entretanto, se deja al reino de Judá formalmente con vida bajo el rey fantoche Matanías, tío de Joaquín, al que Nabucodonosor cambia de nombre a Sedecías, como señal de sumisión (2 Re 24, 17). El soberano babilonio mantiene parte de su ejército vigilando a Judá. El débil rey, influido por una corte antibabilonia y teniendo dificultades para pagar el duro tributo a Babilonia, se rebela aprovechando el hecho de que el faraón egipcio Hofra ha enviado una expedición contra Nabucodonosor para conquistar tierras fronterizas y este, debido a esta urgencia, ha alejado sus tropas. Egipto es derrotado, Nabucodonosor actúa contra Jerusalén y la ciudad es vencida, saqueada y entregada a las llamas: las murallas y el templo son destruidos (2 Re 24-25; Je 39; 2 Cr 36). Una parte notable de la población, como refiere la Biblia en 2 Re y en Jeremías (2 Re 25, 8-21 y Je 52), es llevada a la fuerza a Babilonia en una deportación posterior que afecta a la nueva clase aristocrática y a cualquiera que se haya declarado a favor del rey Sedecías. Este es cegado, deportado a su vez y encarcelado, después de haber visto como se ejecutaba a sus hijos, asesinados para que no tuviera más descendencia.

En Judea y en lo que queda de su capital permanecen los hebreos pobres, a cuyo frente se pone al rey fantoche GodolГ­as, antes primer ministro y traidor amigo de los babilonios. No mucho despuГ©s, este soberano es asesinado y el reino de JudГЎ, en ese momento, deja de ser tal: el territorio se convierte, tambiГ©n formalmente, en sГєbdito de Babilonia. В SegГєn el profeta JeremГ­as, se produce, asimismo, en los aГ±os 582-581 a.C., otra deportaciГіn que afecta a ciertos palestinos que habГ­an intentado resistir desesperadamente en connivencia con moabitas y amonitas (Je 52,30).

En resumen, una gran parte del pueblo hebreo vivГ­a entonces en el exilio, a causa de las sucesivas deportaciones, en lo que se llama habitualmente la servidumbre babilonia.

El exilio resulta un punto de inflexiГіn en la historia polГ­tico-religiosa de Israel.

Los que quedan en Judea continГєan el culto donde se erigГ­a el templo, manteniendo una relaciГіn directa con el pasado, y no se excluyen del todo las composiciones bГ­blicas: fue tal vez entre los que quedaron en la patria y no entre los exiliados donde nace el libro de las Lamentaciones, obra de autor desconocido, atribuida en el pasado errГіneamente a JeremГ­as, cinco composiciones poГ©ticas escritas siguiendo el estilo y el ritmo de los antiguos cГЎnticos fГєnebres judГ­os, en las que se refleja el tormento por la pГ©rdida de los seres queridos exiliados o muertos, por la pГ©rdida de la naciГіn y la devastaciГіn de la capital y el templo, por la disminuciГіn del sacerdocio y de los sacrificios rituales.

Se trata de un ritmo fГєnebre peculiar, llamado kinah, en el que falta un elemento: se trata de un artificio estilГ­stico para evidenciar la falta de la persona perdida, en este caso la ciudad de JerusalГ©n personificada.

En cuanto a los deportados, al principio sus pensamientos y el sufrimiento personal del exilio les supusieron una grave crisis. Sin embargo, la fuerza de la tradiciГіn judaica, tanto oral como expresada por escrito en los textos de los profetas antiguos y en una primera redacciГіn de la obra deuteronГіmica, fuente bГ­blica de la que hablarГ© en el prГіximo capГ­tulo, textos transportados por sacerdotes y escribas, hacen al lugar y la Г©poca, en las reflexiones teolГіgicas de los deportados expresadas en primer lugar por Ezequiel y, hacia el final del exilio, por el Deutero IsaГ­as, autor de los capГ­tulos del 40 al 55 del libro de IsaГ­as, extremadamente favorables a una maduraciГіn de la fe de Israel. La servidumbre babilonia se concibe en cierto modo por la gente mГЎs culta como una furia del SeГ±or constructiva, dirigida, no tanto a castigar las culpas, lo que equivale a decir la indiferencia por el dios de Israel por parte de los hebreos y tambiГ©n la idolatrГ­a de otros, como a causar el arrepentimiento positivo y la vuelta a pleno culto de YahvГ©.

Los exiliados eran normalmente seguidores de la fuente bГ­blica deuteronomista, influida por los profetas anteriores al exilio, igualitaristas y populistas, pero entre ellos no se encuentra el profeta Ezequiel, que no solo tiene un vocabulario y estilo diferentes, sin tambiГ©n ideas legales distintas, las cuales pasan a un grupo de seguidores, cuyos estudios confluirГЎn, despuГ©s del retorno a Israel, en la escuela teolГіgica sacerdotal, compuesta por archiveros y estudiosos de tradiciones en funciГіn del futuro, a los cuales debemos escritos como el libro del LevГ­tico y la historia de la CreaciГіn en el primer capГ­tulo del GГ©nesis. La idea de YahvГ© como creador tiene mucha importancia tambiГ©n en el Deutero IsaГ­as, que concibe ademГЎs la escena de YahvГ© sentado sobre el trono en los cГ­rculos celestes, que declara solemnemente ser el primero y el Гєltimo y que aparte de Г©l no hay otro dios, porque los dioses de otros pueblos son solo Г­dolos de piedra o de madera que no pueden daГ±ar ni ayudar a nadie: un claro paso del henoteГ­smo al monoteГ­smo.

Al formarse un monoteГ­smo riguroso, se va creando la tradiciГіn espiritual del pueblo elegido por YahvГ©, que se refleja por escrito en los nuevos profetas y en el Pentateuco, en los seis libros histГіricos posteriores y en los salmos.

Por tanto, Babilonia se convierte en el lugar de la salvaciГіn: entra en la conciencia colectiva la idea de que Dios ha castigado a Israel por sus pecados de idolatrГ­a e indiferencia hacia Г‰l solo para que meditara. En otras palabras, nace una concepciГіn mГЎs refinada de Dios, se considera que no se ha tratado de una verdadera furia divina, sino de afecto por su pueblo elegido, del que YahvГ© ha querido que aprendiera en el dolor solo para que volviera a Г‰l. En estos aГ±os se adquiere una nueva conciencia de Dios, descubriendo que la historia del pueblo hebreo es enteramente una historia salvГ­fica guiada por este. Surge la convicciГіn de que YahvГ© ha querido a los hebreos en la misma tierra que, segГєn la tradiciГіn oral, habГ­a sido la de Abraham, para que, despuГ©s de la expiaciГіn, Israel siguiera las huellas del patriarca: los profetas Ezequiel y Deutero IsaГ­as razonan sobre el pasado y entienden, no solo que la servidumbre babilonia, como todos los males precedentes, tiene una causa precisa, que es el pecado de idolatrГ­a de Israel, sino tambiГ©n un fin providencial: su purificaciГіn para el retorno de Dios, para una nueva creaciГіn, un nuevo Г©xodo hacia CanaГЎn, una nueva alianza despuГ©s de la del SinaГ­ y un nuevo reino de JerusalГ©n. El dolor sirve para redimir, como se expresa en Deutero IsaГ­as en los cantos del Siervo de YahvГ©, un concepto que tendrГЎ su culminaciГіn en Jesucristo. DespuГ©s de haber comprendido que el amor divino por Israel no ha disminuido, los profetas en el exilio empiezan ademГЎs a entender que hay que ser testimonio de Dios, sobre todo y tambiГ©n con un comportamiento ejemplar con el fin de convertir a otros pueblos a la fe en Г‰l: YahvГ© no solo quiere reconocimiento y vida para Israel, sino que desea lo mismo para todo el mundo, algo que se cumplirГЎ siglos despuГ©s con JesГєs y su Iglesia evangelizadora.

Cristo, remitiéndose a los cantos de Deutero Isaías, será representado en el Evangelio como el siervo inocente de Dios que sufre por la salvación de todo el género humano: así como el pueblo hebreo, análogamente al servicio de Yahvé, ha penado con la esclavitud babilonia en función de la liberación y la vuelta a Jerusalén, así sufrirá el Siervo de Yahvé-Jesús para liberar a los hombres de la esclavitud del pecado y dirigirlos a la Nueva Jerusalén, el Reino de Dios: «Jesús (el resucitado) les dijo (a los discípulos que, habiendo dejado de creer, estaban huyendo a Emaús después de su crucifixión y muerte): “¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?”» (Lc 24, 25-26).

La liberación del exilio babilonio se asimila religiosamente como la señal divina del perdón. (Ez, capítulos 41-48. Ver también Esdras, 1, 1-9). Se atribuye teológicamente a la intervención de Yahvé en el corazón de Ciro el liberador, a quien Deutero Isaías llama amigo de Dios, su elegido y su pastor: el reino de Nabucodonosor no fue muy largo, hacia el año 539 a.C., Ciro II de Persia había conquistado Babilonia y, por tanto, Palestina se convirtió en tributaria de su gran imperio. El soberano, persona con una mente bastante abierta, a diferencia del rey babilonio que había tratado de eliminar la identidad hebrea, siendo consciente de que la tolerancia puede favorecer el orden, respeta las culturas de los pueblos sometidos (2 Cr 36, 23): «En el primer año del reinado de Ciro, rey de Persia, para se cumpliera la palabra del Señor pronunciada por Jeremías, el Señor despertó el espíritu de Ciro, el rey de Persia, y este mandó proclamar de vida voz y por escrito en todo su reino: “Así habla Ciro, rey de Persia: El Señor, el Dios del cielo, me ha dado todos los reinos de la tierra y él me ha encargado que le edifique una Casa en Jerusalén, de Judá. Si alguno de ustedes pertenece a ese pueblo, ¡que el Señor, su Dios, lo acompañe y se vaya!”». Como se ve, el autor imagina a un Ciro simple instrumento de Dios.

TambiГ©n en otras partes de la Biblia se presentan soberanos paganos como enviados de YahvГ©, pero estos son instrumentos de castigo de pueblos adversarios de Israel, que los derrotan. Por ejemplo, en Ezequiel ese encargo, contra los egipcios, lo da Dios a Nabucodonosor.

Ya en el 538 a.C., el ilustrado Ciro concede a los israelitas deportados que lo deseen volver a su tierra, en todo caso sometida a Г©l. No todos deciden volver: tras haber pasado tantos aГ±os y tratГЎndose de la segunda o tercera generaciГіn, ya radicada en Babilonia, parte de los deportados escogen quedarse como sГєbditos libres de Ciro. El retorno de quienes deciden la repatriaciГіn es por etapas, afecta a varios grupos y se desarrolla en un periodo de mГЎs de un siglo. Entretanto, el rey, para granjearse el favor de la mayorГ­a del pueblo hebreo y asegurar mejor el orden social, ordena tambiГ©n la reconstrucciГіn del templo de JerusalГ©n y la reanudaciГіn del culto, devolviendo los objetos sagrados robados en su momento por Nabucodonosor. El emperador da autoridad al judГ­o Sesbasar, descendiente de la casa de David, y le encarga reconstruir el templo. Este acepta con entusiasmo, pero el trabajo resulta ser bastante difГ­cil y no avanza. AdemГЎs, aparecen otros obstГЎculos debidos a los otros habitantes del lugar: JerusalГ©n se encuentra comprendida en la prefectura de SamarГ­a, gobernada en nombre de los persas por ciertos hebreos considerados impuros por los repatriados, porque los consideraban descendientes de mujeres no judГ­as, asГ­ que eran, en sentido Г©tnico-religioso, bastardos, personas que no solo se resistГ­an a colaborar, sino que se mostraban como enemigas por reacciГіn. DespuГ©s de veinte aГ±os, en el lugar del nuevo templo hay todavГ­a un montГіn de escombros: evidentemente, el entusiasmo por la libertad recuperada, aunque fuera dentro de ciertos lГ­mites, no habГ­a durado mucho entre el pueblo. Durante algГєn tiempo, desaparecido Sesbasar de la escena, Persia nombra rey vasallo a Zorobabel, tambiГ©n descendiente de David, que vuelve a JerusalГ©n al frente de un segundo grupo de repatriados. Los profetas ZacarГ­as y Ageo confГ­an en Г©l (Zc 6, 9 y ss.; Ag 2, 20 y ss.) y esperan que reconstruya por fin el templo, pero en vano. DespuГ©s de Zorobabel, tambiГ©n el poder polГ­tico pasa de hecho a los sacerdotes, el primero de los cuales tiene el nombre de JosuГ©, como el antiguo lugarteniente de MoisГ©s, pero no llamado asГ­ necesariamente por los padres en su memoria, ya que Joshua (o Jeshua), en espaГ±ol JosuГ© o JesГєs, eran nombres bastante comunes entre los hebreos.






Zigurat






Un periodo histГіrico fundamental


Los siglos VI y V antes de Cristo constituyen un periodo fundamental para el mundo entonces conocido: es la Г©poca de Zoroastro en Persia, de Confucio en China, de los filГіsofos-cientГ­ficos griegos y es la Г©poca de los profetas Г©ticos hebreos y de la formaciГіn definitiva de muchos libros del Antiguo Testamento, en los que se unen la historia del pueblo judГ­o con una narraciГіn fantГЎstica ideada durante o despuГ©s de la deportaciГіn a Babilonia, proyectando sobre el Israel del pasado las preocupaciones y las esperanzas de los nuevos tiempos. En esos mismos dos siglos, en los paГ­ses mediterrГЎneos nace y se refuerza la preocupaciГіn por la pureza del pueblo, que antes se daba por descontada: los entonces difundidos viajes comerciales y las deportaciones forzosas, que erradicaban a los pueblos vencidos trasladГЎndolos a las tierras de los vencedores, privan a muchas personas de su identidad autГіctona, mientras que los extranjeros que arriban y los compatriotas que vuelven a casa influyen en aquellos nativos que nunca abandonaron la patria, escandalizando a los conservadores que querrГ­an inalterado el sistema de vida y la mentalidad locales. La preocupaciГіn por la pureza lleva por ejemplo a Grecia a llenarse de purificadores, mГЎs o menos honrados o no, muchos de los cuales afirman usar los encantamientos del mГ­tico Orfeo, mientras que el orГЎculo de Apolo en Delfos realiza continuamente purificaciones oficiales. Con los ritos, prosperan ademГЎs ciudades enteras, entre ellas Atenas. En JerusalГ©n, como veremos, la purificaciГіn del pueblo hebreo estГЎ guiada por el sacerdote Esdras y el polГ­tico NehemГ­as.




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notes



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La mayor parte de las traducciones bГ­blicas se basan en la traducciГіn de la Biblia que se ofrece en la web del Vaticano (http://www.vatican.va/archive/ESL0506/_INDEX.HTM (http://www.vatican.va/archive/ESL0506/_INDEX.HTM)). N.d.T.



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